Esto es una Prueba
La caída del Imperio Romano.
El emperador Constantino promulgó un edicto que concedía a sus súbditos la libertad religiosa.
Los pueblos bárbaros, que en el siglo V invadieron gran parte del Imperio Romano, se convirtieron al cristianismo y, durante la Edad Media, la fe cristiana influyó en el nacimiento de Europa y su cultura.
La Europa cristiana se ve sacudida por la invasión musulmana y se inicia una lucha constante entre la cristiandad y el islam.
Durante el siglo III, el Imperio Romano entró en una fase de decadencia por graves problemas de índole política y económica. Pasó a ser una monarquía absolutista. El poder se centraba en una sola persona, el emperador. Teodosio el Grande dividió el imperio en dos:
El Imperio de Occidente con capital en Roma. Desaparición en el transcurso del siglo V como consecuencia de las invasiones germánicas.
El Imperio de Oriente o Bizantino, con capital en Constantinopla. Se convirtió en un imperio rico y pero que duró hasta la invasión de los turcos en el siglo XV.
El cisma de oriente
Desde un principio hubo grandes diferencias entre la Iglesia de Occidente y de Oriente. Estas diferencias se acrecentaron hasta el punto que se consumó la división. Esto provocó el crisma entre la Iglesia occidental y oriental que perdura en la actualidad.
El cristianismo llegó a ser la religión de todos los pueblos de Europa y de la cultura occidental.
El Edicto de Milán
En este escrito promulgado por el emperador Constantino, se conocería la libertad de todos los habitantes del Imperio Romano para seguir y practicar la religión que quisieran. Se reconocía los mismos derechos al cristianismo que a las otras religiones del Imperio.
La Iglesia pasó de ser perseguida a ser protegida. Se promulgaron nuevas leyes que favorecían al cristianismo.
En el año 380, el emperador Teodosio el Grande declaró el cristianismo como la religión oficial del imperio.