Conducta anormal
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TEMA 3: MODELOS DE CONDUCTA ANORMAL
Existen una serie de características que se consideran necesarias para los modelos científicos:
+Que constituyan un conjunto de suposiciones sobre un sistema u objeto.
+El conjunto de suposiciones se estructura de forma que evidencia las propiedades del sistema, permitiendo la derivación de nuevas propiedades complementarias.
+Supone una aproximación a la realidad, por lo que puede coexistir con otros modelos que intenten aprender el mismo fenómeno.
+Frecuentemente el modelo se formula y desarrolla basándose en una analogía entre el sistema u objeto analizado y otro distinto.
Sobre esto describimos los modelos que tienen como objeto de estudio el sistema patológico.
* MODELO EXPLICATIVO: Constructo teórico que intenta explicar la Psicopatología (enfermedades mentales) aproximándose a la realidad de las enfermedades mental psíquicas. El modelo explicativo a de estar acompañado de otros modelos. Hay muchos modelos porque es muy difícil explicar lo que se ve.
1.Modelo médico
Es conocido como modelo orgánico, biológico o biofísico. Fue planteado por Hipócrates al introducir el concepto de patología de los humores. Fue afianzado por Kraepelin y sus sistemas de clasificación de las enfermedades mentales.
Los postulados básicos de este modelo son:
La enfermedad tiene una etiología o causa.
Tal etiología es orgánica (tangible) y cerebral.
La etiología orgánica produce síntomas que constituyen el cuadro clínico.
El conjunto de síntomas agrupados sistemáticamente permiten el proceso diagnóstico.
A través del diagnóstico se puede emitir un criterio pronóstico.
El escalón final de esta secuencia es el tratamiento (es biológico), que debe incidir sobre la supuesta etiología orgánica.
Se dan ciertas críticas siguiendo el desarrollo de los postulados básicos que los delimitan:
+La enfermedad tiene una etiología:
Algunos autores niegan la existencia de la enfermedad y plantean la conducta desviada como forma de reacción y protesta social.
La noción de enfermedad se enfrenta con una delicada problemática: su oposición al concepto de salud. Normalidad y anormalidad, y salud y enfermedad pueden delimitarse en el contexto de la medicina general, pero se difuminan al atender al plano de la conducta humana.
La consideración de enfermedad implica la aceptación del enfermo con todos los aspectos positivos y negativos que esto supone. Bajo este criterio el paciente es ajeno tanto a la génesis de su trastorno como a la curación del mismo.
+La etiología es de naturaleza orgánica:
En la mayor parte de los trastornos psíquicos permanece ignorada la supuesta causa biógena.
Este modelo topa con la realidad clínica que evidencia de qué forma ciertos trastornos aparecen en clara relación con determinadas circunstancias ambientales. Por esto, supone un peligro mecanizar la enfermedad.
El concepto mismo de etiología es ambiguo incluso en el campo de la medicina.
+La etiología da lugar a los síntomas que constituyen el cuadro clínico: el hecho de la atipicidad no es suficiente para negar la etiología orgánica, sino que advierte la participación de otros factores en el desarrollo del trastorno.
+El conjunto de síntomas, agrupados sistemáticamente, permite el proceso diagnóstico:
La corriente social ha incidido en los aspectos negativos del diagnóstico.
La fiabilidad del diagnóstico psiquiátrico queda en entredicho cuando se intenta validar a través de la concordancia entre distintos jueces aunque ha aumentado con el empleo de criterios diagnósticos operativos.
Hay que distinguir entre diagnóstico etiológico (causal) y descriptivo (efectuado en función de los síntomas). El descriptivo puede convertirse en etiológico en el momento en que se evidencie su causa orgánica.
Un proceso secundario al diagnóstico es el de clasificación o nosotaxia.
+A través del proceso diagnóstico se puede establecer un juicio pronóstico: este postulado se ha atacado por las dificultades que existen para mantener una validez de la prognosis (conocimiento precipitado de algún suceso), ya que no siempre es fiable.
+La secuencia finaliza con el tratamiento que debe incidir sobre la etiología orgánica:
+El tratamiento biológico sólo soluciona totalmente una parte de los casos. Su eficacia no es absoluta.
+Los tratamientos biológicos se establecen sobre un diagnóstico descriptivo no etiológico.
Nos planteamos la utilidad de un modelo que es vulnerable desde cada uno de sus postulados.
Desde un prisma epistemológico general, el modelo médico es definitivo en algunos casos, complementario en otros e insuficiente en unos terceros.
2.Modelo conductista
Sus raíces se encuentran en los principios básicos de la teoría del Aprendizaje y éstos son sus pilares.
La raíz principal es el condicionamiento en cualquiera de sus modalidades: clásico o respondiente (Pavlov) y operante (Skinner).
En el 1º la base del condicionamiento es la asociación temporal-espacial de los EE condicionados e incondicionados. En el 2º es el refuerzo posterior de la R, lo q condiciona su fijación y reiteración. En ambos, la suspensión de la situación gratificante abocan a la reducción o extinción de la conducta condicionada.
La generalización(cosas semejantes)o tendencia de una R a aparecer progresivamente ante una mayor cantidad de EE similares, la discriminación o capacidad de distinguir entre EE parecidos y el modelado(modelo a seguir) o imitación sistemática de modelos determinados de RR, cierran la serie de conceptos fundamentales que estructuran las teorías del Aprendizaje.
En este marco teórico, la conducta, normal o patológica, aparece como fruto del condicionamiento o falta de él. De esta forma, el comportamiento normal se aprende, al igual que el patológico. (Según este modelo se nos enseña en la sociedad a ser normal = neurótico = psicótico).
Desde este prisma, los síntomas son propiamente la enfermedad, pero se les niega el contenido simbólico y significante tan ponderado por el psicoanálisis. Consecuentemente, el tratamiento se centra en el complejo sintomático cuya desaparición se valora como signo de curación. La terapéutica se enfoca hacia el descondicionamiento de la conducta patológica. Ésta es muy variada.
Este modelo es afianzado epistemológicamente en el empirismo y con base experimentalista.
Críticas a este modelo:
Se basa en los principios del Aprendizaje.
Se ignoran aspectos de la vida psíquica como la conciencia, los sentimientos y las sensaciones.
Es extremadamente simple, ingenuo y superficial.
Se desentiende de todo sustrato innato-biológico, explicando toda la conducta a través de condicionamientos adquiridos.
Ve el comportamiento como fruto de la dinámica E-R, cuya visión reduccionista mecaniza, deshumaniza y robotiza al ser humano. Niega la capacidad creadora y de cambio, cuya intencionalidad es consustancia al hombre.
Reduce la experiencia a un simple registro y acumulación de datos observables.
Se basa en la experimentación animal.
Se observan los resultados de las técnicas de modificación de conducta como falaces, ya que operan sobre los síntomas y no atienden los aspectos fundamentales del trastorno. Se tiende a pensar que la desaparición de unos síntomas va seguida de la aparición de otros nuevos.
Este modelo ha aportado a la psiquiatría el rigor experimental y científico. Es admirable su capacidad de crítica y de búsqueda de nuevos paradigmas.
El modelo y su consiguiente actividad terapéutica fracasan en los trastornos más complejos, en los que intervienen variables biógenas y psicógenas marginadas en los principios del modelo conductista.
3.Modelo psicodinámico
También es conocido como modelo psicoanalítico. Parte de la oposición determinista freudiana según la cual el desarrollo de la personalidad se contempla en función de la interacción entre procesos biológicos y ambientales.
En este sentido la Tª del desarrollo infantil supone la existencia de una determinación biológica que varía en el curso de nuestra evolución vital, cambiando en cada etapa la región del cuerpo cuya estimulación acapara la satisfacción de la líbido.
Las 5 etapas q definen la evolución libidinosa psicosexual son:
Estadio oral: la satisfacción libidinosa primero se obtiene gracias a la succión, y luego se incorpora el acto de morder.
Estadio anal: la satisfacción libidinosa está en relación a la evacuación y a la excitación mucosa anal.
Estadio fálico: el centro libidinoso son los órganos genitales.
Período de latencia: atenuación de la fuerza impulsiva sexual, mientras se desarrollan las normas morales que neutralizarán los impulsos sexuales.
Estadio genital: la satisfacción libidinosa alcanza su máxima expresión a través del coito.
Algún problema en alguna de las etapas supondrá una fijación a la misma con la consiguiente traducción psicopatológica en la vida adulta.
La psicopatología desde la perspectiva psicoanalítica se ocupa del estudio de los diferentes mecanismos que permiten comprender la conducta patológica.
Este aspecto del modelo psicodinámico supone las 3 instancias:
Ello: Es la estructura más básica. Integra todo lo pulsional, natural e involuntario de la vida humana. No es adecuado reducirlo a impulsos biológicos, puesto que los deseos reprimidos participan también en su formación.
Yo: se desarrolla por diferenciación del aparato psíquico en su contacto con la realidad externa. Se sitúa entre las demandas del ello y la realidad exterior tratando de satisfacer las exigencias del mismo, pero asegurando la acción, pero en función del principio de realidad. La actividad del yo puede ser consciente, preconsciente e inconsciente.
Superyó: es la sede de las fuerzas represivas que generan autocrítica y culpabilidad. Actúa sobre el yo para que éste inhiba los deseos más intolerables moralmente.
El correcto equilibrio de estos 3 asegura la estabilidad psíquica, mientras que la desproporción aboca a los diferentes tipos de patologías.
Los síntomas surgen como resultado de los esfuerzos que el individuo hace por paliar la ansiedad creada por los conflictos emocionales subyacentes.
En cuanto al tratamiento, la psicoterapia pretende hacer progresivamente consciente lo inconsciente. El psicoanálisis usa las pruebas proyectivas, el análisis de los sueños y la técnica de las asociaciones libres.
La teoría psicoanalítica se sustenta en 9 principios básicos: empírico, guestáltico y organísmico, genético, topográfico, estructural dinámico, económico, adaptativo y psicosocial.
Se considera que el psicoanálisis ha contribuido de forma importante y decisiva a la comprensión del hombre, sano o enfermo, profundizando en los mecanismos no conscientes que subyacen en nuestra conducta. Es el inconsciente lo que le da si grandeza, y a la ves le plantea sus más graves dificultades para constituirse como ciencia. Se ha dicho que se trata de un método que permite un conocimiento científico de lo individual, aunque se que hacer como ciencia se monta sobre bases que son difíciles de compaginar con la metodología científica.
Se acepta que parte de su innegable coherencia interna se basa en la firmeza con que ha mantenido sus principios, desoyendo críticas y formulando dogmas difícilmente verificables. Margina sus investigaciones con la finalidad de prevenir la propia coherencia interna.
Hemos de señalar también la desproporción existente entre la compleja superestructura teórica del modelo analítico y sus auténticas posibilidades terapéuticas. El campo de las psicosis endógenas queda fuera de su jurisdicción, quedando centrada en las neurosis y en los trastornos de personalidad no especialmente graves y en aquellos sujetos que pretenden un mejor conocimiento de sí mismos.
4.Modelo sociológico
Difícilmente podemos hablar de un modelo sociológico estricto, ya que sus distintas ramificaciones ( psiquiatría comunitaria, institucional, antipsiquiatría, etc.) no constituyen un frente único, con una línea teórica unitaria, sino que, desde el denominador común que supone considerar los factores socioambientales en la génesis o mantenimiento de los trastornos psíquicos, cada corriente mantiene sus propias bases teóricas y su praxis peculiar.
Este modelo actuó como revulsivo, e inquietó los otros modelos hasta hacerles replantear sus propias posiciones conceptuales.
La enfermedad como tal es negada de forma explícita e implícita, ya que de cualquier forma es considerada fruto de las contradicciones sociales y políticas. En algunos casos la locura es ponderada como una forma natural y positiva de enfrentarse a esta patología del medio que hace del supuesto enfermo una verdadera víctima social.
Las ideas del movimiento antipsiquiátrico se resumen en:
La enfermedad mental tiene una génesis social.
La psiquiatría clásica ha sido la culpable de la perpetuación de un estado de represión ante el paciente psíquico.
Consecuentemente, rechazo hacia toda la estructura que sustenta y se deriva de la psiquiatría tradicional.
La solución se enfoca a través del compromiso y praxis política que corre en paralelo al desmantelamiento de la psiquiatría tradicional.
El estilo terapéutico es ciertamente variado y se extiende desde psicoterapias de orientación analítica hasta otras carentes de toda estructura.
Se destaca que es frecuente ver que en algunos equipos antipsiquiátricos se concedía la misma importancia y labor a todos los miembros, desde los más cualificados a los que no poseían ninguna formación técnica. Parece que parte del éxito de esta corriente en los ambientes para profesionales psiquiátricos, solo sería aceptable si el hecho psiquiátrico estuviera generado y mantenido por un contexto social, ya que el único requisito para actuar terapéuticamente sería el de la concienciación política y no el de la personalización.
La antipsiquiatría se fue extinguiendo a lo largo de la década de los 80.