Carmen Conde
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Antonio Oliver
Antonio Oliver Belmás nace en la ciudad portuaria de Cartagena un 29 de enero de 1903. Rodeado de un ambiente familiar intelectual llega a la adolescencia rodeado de lecturas de Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío y la prosa propia de los autores de la “Generación del 98”, una prosa que combate la falta de voluntad y la sordidez de la indiferencia ante la que el hombre sucumbe con demasiada frecuencia.
Enamorado del campo y de los molinos de viento cartageneros, durante los periodos veraniegos, la familia se traslada a uno de los lugares más apacibles del litoral murciano: el puerto de Mazarrón, lugar de gran inspiración para el poeta. El mar, el cielo, los almendros, las higueras, el viento, la luz, las montañas, las palmeras, las barcas de pescadores, la playa..., todo un paisaje que hipnotizaba al joven Antonio.
Durante su breve estancia en Madrid en 1924, conoce a Juan Ramón Jiménez. De aquel encuentro del poeta de Moguer y de José Bergamín, nacería su proyecto de editar una revista mensual literaria, para la que pide las colaboraciones de los poetas del momento: Juan Guerrero, Pedro Perdomo Acedo y José María de Cossio. Su actividad crítica y literaria se extendería a diversos diarios y revistas literarias nacionales e internacionales.
En 1925, publica Mástil, libro de poesía sencilla e ingenua, posicionándose en la línea lírica de los poetas de la “Generación del 27”, de influencia juanramoniana y con brotes ultraístas, sin omitir la valoración de la metáfora, el gusto por el lenguaje, un suave panteísmo y clara exaltación vitalista”.
Conoce a Carmen Conde en febrero de 1927. Entre ellos nacería una relación que iría más allá del amor y de su pasión por la literatura. La relación se consolidó en 1928 con el matrimonio, año en el que, además, cofundarían la Universidad Popular de Cartagena. Desligada de cualquier partidismo y de asistencia gratuita, esta Universidad iría dirigida a instruir a los adultos de la clase proletaria, llevando a cabo una amplia labor cultural.
La Universidad Popular comenzó su actividad el 10 de marzo de 1932 con cursillos y conferencias a cargo de las figuras más prestigiosas de la intelectualidad española, entre quienes no debemos olvidar a quien tan ilustre nombre pone a esta, Fundación Cultural Miguel Hernández. Entre los años 1933 y 1935, esta Universidad, junto a la Escuela Normal de Murcia, solicita las Misiones Pedagógicas, con el objetivo de fomentar la cultura general a través de la creación de bibliotecas y museos fijos y circulantes, proyecciones cinematográficas, orientación pedagógica para los maestros de las escuelas rurales y la educación ciudadana necesaria para hacer comprensibles los principios de un Gobierno democrático a través de charlas y reuniones públicas. En ellas, colaboraron activamente Carmen Conde y Antonio Oliver, entre otros.
En 1933 nace muerto el único hijo del matrimonio. Sería una niña. Quizá de este trágico suceso surgiera Guardado Llanto, libro que comienza en los años 30 y al que el poeta fuera añadiendo dolor tras dolor.
Al comenzar la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936, Oliver es destinado al frente sur de Andalucía, donde presta diferentes servicios profesionales en gabinetes telegráficos dirigiendo la emisora de radio. Esta época supone el marco en el que empieza a escribir sus primeras “Loas”, que saldrían finalmente publicadas en 1947 como Libro de loas, por el que la Diputación Provincial de Murcia le concedería el Premio ‘Polo de Medina’. En ellas vuelca su amor, su gusto, su filosofía, fundiendo así todas las constantes y elementos sustanciadores de su poesía: la comunicación con la naturaleza, el gusto por la forma, la querencia de lo popular y autóctono, las impresiones sensoriales, la visión de la realidad, su universalismo y su liberalismo, su concepto de la patria, una ternura ingenua y una inclinación por las cosas humildes.
Durante los primeros años de la postguerra reside clandestinamente en Murcia. Fueron estos años de fecunda creatividad, tiempo en el que comienza a escribir sus Conversaciones de Andrés Caballero, aludiendo a uno de los diferentes seudónimos que utilizaría, y a colaborar en la página dominical de La Verdad con la sección ‘Solaces infantiles’, labor que se extendería hasta marzo de 1943. En abril de 1946 se le exculpa de los delitos por rebelión militar y se le concede el indulto y la libertad definitiva.
Logra una licenciatura tardía en Filosofía y Letras en 1947, y un doctorado con Premio Extraordinario por la Universidad de Madrid en 1954, compaginando su vocación poética con labores de docencia e investigación. De su investigación sobre autores hispanoamericanos nacería su interés por llegar a conocer a Francisca Sánchez del Pozo, última mujer de Rubén Darío, y a catalogar y clasificar los fondos del poeta nicaragüense, logrando con ello un extraordinario rescate bibliográfico. Recibirá una subvención de la Fundación Juan March para escribir una biografía de Rubén Darío a la luz de los nuevos documentos, por lo que se le concederá el Premio ‘Aedos’ de Biografía con Este otro Rubén Darío. Como premio a la catalogación del archivo de Rubén Darío y de su biografía, y en honor a las virtudes de su trabajo y sobretodo a su honradez humana se le invistió Doctor Honoris Causa en Managua.
No podemos olvidar el papel que desempeñó como promotor y difusor de las artes murcianas. Como crítico aboga por un arte sin fronteras, hermanador de culturas. Propone una literatura moderna, sin quebrar lazos con la tradición, “pugna entre lo fugitivo y lo eterno, lo perenne y lo transitorio”. Coincide con el pensamiento romántico que entiende el arte como evocador de ideas estéticas y de una realidad más profunda, capaz de trascenderse así mismo.
La muerte le sorprende el 28 de julio de 1968, poco después de la publicación de Obras completas de Darío, Poesía.
Obras: Mástil (1925), Guardado llanto (1933), Libro de loas (1947), Este otro Rubén Darío, Obras completas de Darío, Poesía.
Carmen Conde
Carmen Conde (1907-1996), poeta, novelista y ensayista española nacida en Cartagena (Murcia). Pasó la infancia en Cartagena y Melilla, y desde 1939 se estableció en Madrid. Cursó estudios de Magisterio en Murcia y de Filosofía y Letras en Valencia. Empezó a publicar artículos en prensa a la edad de 15 años y su primer libro, Brocal, apareció en 1929. En 1931 fundó en Cartagena, junto a su marido, el también escritor Antonio Oliver Belmás, la primera Universidad Popular. Es conocida también como Florentina del Mar, pseudónimo con el que firmó varios libros en prosa y de literatura infantil. Fue la primera mujer que ingresó en la Real Academia Española, en 1979.
La Guerra Civil le inspiró obras de angustia y dolor, como Mientras los hombres mueren y El Arcángel (1939). En su larga trayectoria obtuvo numerosos galardones, entre los que destacan el Premio de Novela Elisenda de Moncada por Las oscuras raíces (1953), el Premio Internacional de Poesía Simón Bolívar por Vivientes de los siglos (1957), el Premio Doncel de Teatro por A la estrella por la cometa (1960), el Premio Nacional de Literatura por su Obra poética (1967), donde recoge buena parte de su poesía escrita entre 1922 y 1966, el Premio Ateneo de Sevilla por su novela Soy la madre (1987) y el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil (1987).
Obras:Júbilos (1934), Pasión del verbo (1944), Vidas contra su espejo (1944), Ansia de la gracia (1945), Mujer sin Edén (1947), para muchos su mejor obra, Sea la luz (1947), En manos del silencio (1950), Empezando la vida (1951), Derribado arcángel (1960), Del obligado dolor (1984) y Por el camino viendo las estrellas (1985). Es autora también de varias biografías, como las de Menéndez Pidal (1969) y Gabriela Mistral (1971), y de la antología poética Once grandes poetisas américo-hispanas (1967).
Relaciones con otros poetas
Antonio Oliver conoció a muchos poetas de la época durante su estancia en Madrid, como Juan Ramón Jiménez, José Bergamín, Juan Guerrero, Pedro Perdomo Acedo y José María de Cossio, muchos de los cuáles colaboraron con la Universidad Popular. Otro gran colaborador de Antonio y Carmen fue el poeta de la generación del 27, Miguel Hernández.
Importancia para Cartagena
La labor cultura llevada a cabo por Carmen Conde y Antonio Oliver es inmensa.
En 1928 cofundaron la Universidad Popular de Cartagena, una universidad gratuita destinada a enseñar a los obreros proletariados, mejorando el panorama cultural de la ciudad.
Carmen Conde fue la primera mujer que ingresó en la Real Academia Española, en el año 1979. Por estos y otros hechos, los dos escritores son muy apreciados en Cartagena, de hecho, Carmen Conde posee hasta el nombre de una calle en la Ciudad.